El segundo mayor ecosistema tecnológico fuera de Silicon Valley, el próspero sector tecnológico israelí, se encuentra ahora en un estado de tensión sin precedentes debido al reciente conflicto en la región. Con una quinta parte del Producto Interno Bruto (PIB) de Israel proveniente de este sector, las empresas tecnológicas se preparan para reforzar su seguridad, anticipando posibles interrupciones en sus operaciones a medida que el ejército israelí asume una posición de guerra que podría incluir una invasión a gran escala en la Franja de Gaza.
Hombres armados del grupo Hamás llevaron a cabo ataques mortales en Gaza, causando la muerte de cientos de israelíes y secuestrando a un número indeterminado de personas, lo que ha reavivado las tensiones en la región. Este conflicto amenaza con perturbar un sector que ha sido el motor del crecimiento económico de Israel durante décadas, representando el 14% de los puestos de trabajo y cerca de una quinta parte del PIB.
La escalada del conflicto ha tenido un impacto inmediato en los mercados financieros, con una disminución de los precios de las acciones y los bonos israelíes tras los ataques de Hamás a ciudades israelíes. El caos se extendió aún más cuando miles de cohetes fueron lanzados contra Israel, llegando incluso a la ciudad de Tel Aviv, lo que obligó a las aerolíneas a suspender sus vuelos.
Jack Ablin, director de inversiones y socio fundador de Cresset Wealth Advisors, describió la situación como una "enorme perturbación de la normalidad". En el corto plazo, se anticipa que las empresas tecnológicas podrían desviar recursos, incluso llamando a su personal para servir como reservistas militares si el conflicto se prolonga.
En respuesta a la creciente amenaza, Israel ha anunciado un llamado sin precedentes de 300,000 reservistas, muchos de los cuales provendrían de empresas tecnológicas con sede en Estados Unidos. Noam Schwartz, fundador y CEO de ActiveFence, una empresa tecnológica de origen israelí especializada en amenazas en Internet con sedes en Nueva York y Tel Aviv, declaró: "Nos estamos preparando para que esto lleve un tiempo". A pesar de la crisis, su empresa se compromete a seguir atendiendo a sus clientes, aunque algunos de sus empleados regresarán a Israel para cumplir con su servicio militar.
Quincy Krosby, estratega jefe global de LPL Financial en Charlotte (Carolina del Norte), destacó que es probable que se realice un "tremendo esfuerzo" para proteger las instalaciones físicas de las empresas con sede en Israel, dado que parte del gasto en tecnología está vinculado al ejército. Las acciones de las empresas tecnológicas estadounidenses también se vieron afectadas, incluyendo las de las grandes empresas con sede en Israel.
A medida que el conflicto continúa, el mayor empleador y exportador privado de Israel, Intel, está siguiendo de cerca la situación y tomando medidas para salvaguardar a sus trabajadores. Sin embargo, la empresa aún no ha confirmado si la producción de chips se ha visto afectada. Por su parte, Nvidia canceló una cumbre sobre inteligencia artificial programada para Tel Aviv, lo que subraya el impacto negativo en la actividad tecnológica en la región.
Tower Semiconductor, con sede en Israel, mantiene su operación con normalidad, a pesar de la caída del 4.9% en el valor de sus acciones cotizadas en Nueva York. Grandes conglomerados tecnológicos como Meta Platforms, Alphabet y Apple se mantienen en silencio, mientras que Microsoft no ha emitido comentarios sobre la situación.
El sector tecnológico israelí ya estaba experimentando una desaceleración en 2023 debido a conflictos políticos internos y protestas, lo que había llevado a un creciente número de startups tecnológicas israelíes a trasladarse a Estados Unidos.
Israel ha sido líder en tecnología y la inteligencia artificial durante mucho tiempo, y el gasto militar ha sido un factor importante en el desarrollo de este sector. A largo plazo, la inversión en inteligencia artificial podría aumentar debido a la necesidad de fortalecer la seguridad en el país.
"Es probable que aumente la inversión en inteligencia artificial", afirma Krosby de LPL Financial. "Cuando a un país le cogen literalmente desprevenido, lo primero que mira -además de los problemas obvios de inteligencia- es qué se ha pasado por alto en los sistemas de seguridad". La incertidumbre prevalece en el sector tecnológico israelí, a medida que se prepara para enfrentar los desafíos de una guerra en pleno auge.